domingo, 26 de junio de 2011

Tiempo...

Hoy me siento en paz conmigo mismo, y eso es increíblemente bueno...

He dicho todo lo que tenía que decir, intente hacer, he hice todo lo que estuvo a mi alcance...

Es hora de dejar de enfrentarme a la marea y unirme a ella...

El tiempo a comenzado a correr, las bellas y doradas arenas del tiempo me ayudaran a dejar atrás el pasado y rearmar mi presente para tener un buen futuro...

Hoy me siento en absoluta paz...

El reloj del tiempo se ha roto en su base, la arena escapa del cristal y ya no podrá retrocederse el tiempo...

Cuando la arena se agote... no habrá vuelta atrás...

AHORA??

Aun es tiempo de intentar hacer algo, aun puede cerrarse la herida frágil en el cristal, antes que la arena se agote hay tiempo para intentarlo

Pero la arena comenzó a escaparse tan aprisa desde anoche que ni yo mismo llego a creerlo...

Es mejor así... cuanto antes se agote... antes podremos compra un reloj nuevo y empezar de cero...

Tiempo al tiempo...

 Kevin Heves Maranetto Vranich 

 09/03/2011

Verguenza ante la humanidad

Estoy embargado en el silencio...
Estoy triste, lo dulce de la magia se apaga al salir el sol...
Los sueños terminan, la vida real comienza...
Los sueños terminan cuando uno deja de luchar por ellos...
Mis sueños nunca comenzaron... aun no me he ido a dormir...


Me agobia el silencio de mi habitación, el frío, la soledad,
mi única compañía una planta muriendo lentamente en un rincón..
Mi espejo, mi alma gemela... también voy muriendo poco a poco...


A veces una persona necesita muchas cosas,
otras veces no necesita nada,
 a veces solo falta algo de comprensión...


 El destino le gusta tanto jugar con las personas
y creeré que soy uno de sus juguetes favoritos,
anda ya titiritero, déjame ganar de vez en cuando una batalla,
porque debo perderlas todas yo??


Hay veces que las cosas que se quieren decir no salen en su momento,
a veces… nunca son dichas...
quien diría que el silencio es un enemigo tan poderoso,
aun para quienes lo respetamos, aun para quienes le tememos,
aun a nosotros a veces nos sorprende,
nos traiciona, nos acorrala y nos destruye...


Callar es un pecado que nadie merece en esta vida...
Que se escuche el grito de los corazones cuando estos necesitan volar libres,
soltad sus alas dejarles volar libres que para ser libres han nacido los sentimientos,
y no para encerrarles dentro de nuestros cuerpos y doblegarlos por fuerzas humanas...


Que vil y falto de piedad son aquellos en cuyas manos se transitan millones de momentos que unidos en uno lo convierten en tormento, que pecadores tan misteriosos los titiriteros que de sus hilos atan las guerras con las desdichas, las muertes con las falta de corazones...


Humanos de la tierra, amarse entre sí es un don divino,
y quienes crean en dios deben saber que fue su principal enseñanza,
aquella misma que ninguno obedece en su propio corazón...
Queredse los uno a los otros, bajad las manos,
evitad el derramamiento de sangre, que es inútil, que es vano...


No hay ya cupo en las celdas del infierno para albergarnos,
todos somos pecadores no por eso ensanchar las arcas con mas pecados,
deteneros a tiempo, evitaros el sufrimiento que el mundo se quiere terminar...


Que en toda arca se suban animales de par en par,
pero que se niegue la entrada al hombre pues para el futuro su existencia se debe terminar...
Descargo la ira que siento por los hombres en estas palabras,
pues ni el primero ni el ultimo, ni el malo, ni el bueno,
ninguno es justo en las simientes profundas de su corazón...


Que alce el inmortal su mano y detenga las acciones ahora antes que mas sufrimiento se derrame sobre los aun puros corazones...
que duras las palabras cuando son escuchadas,
que grande el rencor, el odio que me llama,
el pesar es muy poderoso, y mi corazón ya no quiere soportar...


Pido esta noche llevarme en la cama todos mis pesares y mañana ya no despertar...
Que sea el señor misericordioso con este noble siervo que quiere decir adiós,
 que no le obligue a levantarse una vez mas,
a mirar el sol y enceguecerse con la tristeza que el cielo azul no brilla para el...


Donde está la misericordia de aquel ser que es la entidad suprema y comprende nuestras desdichas,
pues si oye estas líneas que empleo a modo de oración,
que reconozca los sufrieres que mi alma apenan y que destruyen mi pobre corazón...


Sepa el lector de estas nobles palabras que no es esta desdicha personal,
mi sufrimiento no es propio y es que quizás es mi última muestra de amor por un prójimo...
Mi egoísmo se hace a un lado cuando afloran estas palabras que no son mías si no de alguien mas...


No llores criatura, que la vida es dura pero nadie la puede cambiar,
si no uno mismo luchando cada día hasta forjar nuestros dueños en la realidad.,..
No me siento vencido, la desdicha de mis prójimos doblego al final mi espíritu,
que si no es noble ni es bueno al menos se compadece de que todo de manera tan terrible debiera terminar...


Es tan fría la noche que cae fiel llovizna para limpiar recuerdos y males...
Si supieran querido lectores cuanta furia doblego en mi interior,
su supieran cuan honda la tristeza, cuan cruel la amargura,
y el daño no es a mí a quien directamente se ha realizado,
mi indignación es saber que hay personas que sin comprender el dolor ajeno accionan sus manos,
y rompen así las esperanzas de inocentes pechos...


vamos noche oscura, envuélveme en tus manos,
condúceme a las moradas de Morfeo pero no me permitas el regreso...
Morir será ya solo un paso en búsqueda de una nueva perfección,
pues lo mundano y la crueldad humana del día a día me han lastimado tanto y me avergüenzo de tal forma por pertenecer a estas generaciones que ya no quiero ser cómplice de la maldad humana...


Quizás la muerte no me liberte de mis pecado,
pero al menos exijo ya no me presione a compartir los pecados de mis prójimos...
Si necesito morir es porque ya no soporto ver el sol,
no soporto esperar que llegue mañana, no soporto saber que alguien sufre...
quizás por mi...!!


 11/08/2008

Kevin Heves Maranwetto Vranich

La Flor del Burucuyá

El amor es como la flor del burucuyá..


Uno la descubre sin quererlo, de manera inesperada y en el momento más irracional de todos, cuando simplemente uno cree, no debería estar allí…
La primera impresión es el asombro, uno queda encantado ante su natural belleza, ante su simpleza y complejidad, pues canaliza en ella una extraña y efímera presencia de perfección.


 Pasado unos momentos uno ve que la flor pertenece a una simple enredadera, y poco a poco deja de prestar atención en la flor y se concentra en la vulgar enredadera, y mientras piensa que esa flor no debe o merece estar allí esta deja de ser importante y uno solo se concentra en la vulgar enredadera…


Finalmente el entusiasmo se pierde y uno regresa a sus actividades de todos los días, sin embargo, al amanecer siguiente le nace el deseo, el recuerdo, de contemplar de nuevo aquella extraña flor tan hermosa en un lugar tan indebido, y cuando se acude al sitio correspondiente se descubre que aquella flor ya no está allí ni volverá a estarlo jamás…


El Amor es como una Flor de Burucuyá…


Se descubre en el momento más inesperado de tu vida, llega de sorpresa, sin previo aviso, he ilumina tu mirada con su belleza, con su gracia, te fortalece y te debilita, te vuelve humano.


 Pero apenas pasa el tiempo comprendes que ese amor tan hermoso esta generalmente en un lugar indebido y parece no corresponder allí, en vez de concentrarte solo en la belleza que te provee y en los buenos momentos comienzas a percatarte del resto de las cosas, de donde proviene, quien lo ofrece, a suponer porque está allí, y donde debería estar, dejas de cuidar los verdaderos valores del momentos, del disfrutar el aquí y el ahora, y pensar más en el ayer y en el mañana…


 Dado el momento olvidas la flor, y de tanto ver los problemas a su alrededor decides marcharte, sin darte cuenta que el amor a veces resulta tan efímero como una flor de Burucuyá…


 Te arrepientes, pues pasado el tiempo suficiente te das cuenta que así como una flor hermosa es una flor hermosa sin importar de que planta provenga, el amor, igualmente, es hermoso sin importar de que persona viene y vale por sí mismo y no por todas las cosas simples y sin valor que hay detrás.


Pero igual que con la flor del Burucuyá no supiste valorar, apreciar y aprovechar los momentos en los que estuvo allí, y cuando regresas esperanzado con volver a encontrarle en los mismo lugares, descubre para tu amarga desdicha, que allí ya no está…


 No solo eso, también comprendes, o te hacen saber que nunca volverá, podrá haber otras, miles quizás, más bellas, más grandes, más dulces, pero nunca regresara al igual que la flor del Burucuyá florece una sola vez durante un único día, y quien no valora y disfruta de ese breve tiempo, lo pierde y ya no lo recupera jamás… y ninguna otra flor puede compararse a la primera que uno vio y que realmente agitó su interior, asi es el amor, como una Flor de Burucuyá…


Por último, tanto el amor como el Burucuyá dejan un fruto tras sí, para algunos es un sabor dulce en los labios, para otros amargo, para algunos la nostalgia de aquella flor que se sacrifico por lo que de ella ha quedado, para algunos solo es un adorno, una compañía, para otros solo un desecho, y algunos, los más ingenuos, dejan que los frutos, tanto del Burucuyá como del amor, se sequen en su sitio, como si allí nunca hubiera existido nada…


Un Consejo:


Quizás no puedan hacer, cuando vean su primera flor, que esté allí para siempre, pero no desperdicien su tiempo observando los detalle intrascendentales ni la abandones ingenuamente pensando que siempre estará allí, disfruten cada segundo mientras dure el momento, y nada más importa, porque el ayer quedó demasiado atrás para preocuparse por él y el mañana, ni siquiera ha llegado aún.

26/06/2008

Kevin Heves Maranetto Vranich

domingo, 19 de junio de 2011

Sin poder decir adiós



No puedo negarte que el mar ha enturbiado sus aguas solo por la impureza de mi agonía, porque es mi muerte la que derrama sangre sobre los Ángeles caídos que han pecado pos su sola existencia…
Pobre de ti si crees que no vivo en el pasado; toda mi miserable existencia anida en los recuerdos de mi mente deteriorada y en mi falta de memoria que solo me muestra fragmento de recuerdos perdidos en los callejones de mi inexistencia...


Sin embargo es cierto que siempre aparente estar en el presente, pero es solo una mascara... una comedia, una actuación que llevo a cavo...


La realidad es otra...


Y realmente lo mejor es que siga oculta; temería mirarme en el espejo y verla allí, sonriendo ante mí y mostrándome lo que me he negado a ver tanto tiempo...


Y ciertamente estamos de acuerdo en que encontrar un equilibrio es relativamente fácil, ahora, de ahí a llevarlo a cabo es otro tema... porque todo lo que fue es parte de lo que uno es, y uno es parte de lo que será...


Es un juego donde el tiempo de divierte mirando a unos simples humanos complicarse la existencia con algo tan sencillo como eso...


No hay nada que decir; y gracias...


Créeme, tu fe en estos momentos de soledad han acariciado la luz de la esperanza logrando que cada día enfrente el desafío que la vida implica; pero créeme, todo tiene un limite y pronto no podré seguir adelante; el camino se ha vuelto espinoso y mis ojos se niegan a ver la realidad…


Hoy me he enfrentado a mis temores, y como sospechaba broto en mi la risa burlona al retratar mi rostro sobre el cristal; he visto en lo que se han convertido mis ojos y no creo que mi alma aún mantenga su pureza, temo haber sido alcanzado por el odio…


Todo esta llegando a su fin, esta mañana sentí pánico al descubrir sangre en mis sabanas, creo que llega mi hora, pero aún no quiero morir…


Es increíble, tanto que temía y al final he mejorado, mi piel a sanado y aunque dicen que pude no lograr superar el obstáculo que la vida a impuesto a regresado a mi la esperanza; solo me lamento de una cosa; ella no ha venido…


Solo unos días más, hoy pudo levantarme, el doctor me mira y sonríe, aunque me parece que no es franco me dice que paso lo mas difícil, que disfrute la vida lo más que pueda…


O no vino nadie, creo que vi a mi madre llorando tras una ventana, quise levantarme pero una punzada me lo impidió, quizás no halla sido ella…


Estoy nuevamente en casa, regrese a mi cuarto, vi televisión y leí unas revistas, me prepararon una comida muy sabrosa y vinieron unos amigos a verme, pero ello no apareció por aquí…


Mi madre no esta muy contenta, yo me recupero maravillosamente pero ella no es feliz, creo que algo le pasa…


Hoy recibí varias llamadas, pero cuando contestaba colgaban, ¿Sería ella?


Pase toda la tarde bajo los árboles viendo a la gente pasar, jamás había comprendido lo maravilloso que podía ser estar allí mirando pasar el tiempo…


Anoche no dormí, unos fuertes dolores del lado izquierdo me molestaron, pero lo soporte, no quise disgustar a mi madre, la pobre se ve tan preocupada…


De vuelta al hospital, que habrá pasado, los dolores no paran y se me dificulta respirar…


Mi madre lloro todo el día y un doctor dijo que era de esperarse, yo no podía hablar pero vi que estaba muy triste…


Mi padre, sigue más o menos como siempre... pero a el le resulta más fácil que a mi dejar atrás el pasado y mirar nuevamente adelante, espero que sepas que quiero decir, mi madre no deja de llorar


 Hoy era la ultima oportunidad y ella no vino, realmente esperaba verla, tengo un poco de miedo, llevo varios días aquí y solo puedo decir unas pocas palabras porque me fatigo, pero quería que ella estuviera aquí; tendría fuerzas suficientes para decirle que la quería…


 Nuevamente me siento mejor, al fin me dejaron salir del hospital, parece que mi madre también se siente mejor aunque esta muy triste (hoy vi llorar a mi padre), creo que están felices que halla acabado mis largas estancias en el hospital…


Hoy vino mucha gente a verme, jamás creí ver tantos amigos y parientes, incluso un chico que no veía desde la escuela, se disculpo por algo del pasado que yo no recordaba, de todas formas vino a verme y yo fui feliz, aunque ella no estuviera allí…


Hoy no ha venido nadie, es como si de pronto nadie quisiera verme, quizás mañana sea un día más divertido…


No puedo creerlo, al fin vino ella, yo que tanto la había esperado, y hasta me trajo flores, fue tan gentil, me dijo que me quería pero que no sabía como decírmelo, que yo nunca le había dicho nada y que temía que la rechazara, como me hubiera gustado despedirme de ella, pero no estuvo allí cuando podía hablar, solo pude mirarla en silencio, cuando se marcho me sentí muy triste, contemple un rato las rozas que había dejado junto a las azucenas de mi padre, había tantas flores, estaba todo tan bonito con mi nombre escrito en letras doradas; siempre me había gustado ese color…


 Hoy ella regreso, lloro nuevamente y estuve muy triste, no pude decirle adiós, pero debía irme, espero que lo comprenda, ahora que leyó la carta que le había escrito, mi madre debió encontrarla, siempre tuve vergüenza de dársela, pero ahora ya no tiene caso, espero que sea feliz, yo debo irme, esperan por mi, pero nunca podré olvidarla…


Kevin Heves Maranetto Vranich


01/02/2006

Trágico encuentro con el amor


El joven cayo enamorado desde la primera vez que la vio, bastaron tan solo unos segundo para que la luz de su belleza que resplandecía como el diamante le dejara hipnotizado; solo su corazón latía brioso dentro de su pecho, luchando para que las feromonas emanadas se extendieran por todo el cuerpo…
Ella, era la mas pura escultura femenina, su pelo largo, rubio y ondulado caía hasta muy por debajo de su cintura; sus ojos eran de un celeste claro como el cielo, sus labios acentuados de un rojo pasión, finos y seductores tanteaban la suerte en búsqueda de su primer beso; acompañados por unas blancas hileras de dientes bien cuidados con filo de diamante.
Se movía con la gracia de las aves dejando que el viento jugara seductor con su cabello, moviendo ágilmente sus manos, finas, delicadas; que como centro del magnetismo femenino que le envolvía concentraba de una manera mezquina la mirada de los hombres; ya que delineaban en forma perfecta la indescriptible figura de la joven que caminaba con un vaivén único y sensual que la caracterizaba.
Un moño y una trenza adornaban su pelo, solo un poco de rimel cubría su rostro; un vestido suntuoso cubría la belleza de su cuerpo, dejando la delicada línea de sus pies aprisionado por el deleite de unas medias finas y unos zapatitos de tacón de aguja.
Prisionera de su belleza caminaba por la calle, poco concurrida por la hora; un sol abrasador de verano le lastimaba la vista y se vio en la necesidad de anteponer su mano a la claridad. Fue un gesto y un movimiento inocente en todas sus formas, pero todos los transeúntes del sexo masculino que por allí había lo notaron; En un segundo pudo haber terminado todo, ya que ingrávida se desplomaba al suelo quedando en la fija trayectoria del vehículo que hacia aquel lugar se desplazaba, así como el manto de una muerte prematura se acercaba a ella allí tendida con sus 17 años de edad.
El conductor realizó cuantas maniobras estaban a su alcance para evitar lastimar a la joven, pero había ya perdido el control y se dirigía en forma inevitable al destino, segar una vida inocente. Los hombres y mujeres disponían de muy poco tiempo para evitar la catástrofe pero solo comentaban el trágico final y gritaban horrorizados que alguien hiciera algo.
Solo el joven, que triste y desaliñado la había estado observando decidió actuar, dio ágilmente unos pasos hacia ella y en un último instante salto apartándola del trayecto del vehículo que le envistió a él en su intento desesperado por salvarla…
Eso fue lo ultimo que recordó el joven, no pudo ver la silueta femenina enmarcada por el sol acercándose lentamente a su salvador, llorando lagrimas de plata, rogando ayuda; allí arrodillada clamo por la vida del inocente que por ella se había sacrificado; dejo que sobre el cayeran las lagrimas y el cabello que era del color del oro y el sol; así se sostuvo abrazada al cuerpo inconsciente que se debatía entre la vida y la muerte.
La llegada de los paramédicos interrumpió la triste escena, le llevaron al hospital más cercano donde durante 7 días fue tratado evitando que muriera.
Pasada las 11 de la noche entreabrió los ojos sin saber donde se encontraba; la oscuridad era profunda y nada podía ver, cuando las siluetas se trasformaron en figuras, y luego en formas definidas, pudo advertir a su lado una espesa mata de cabello rubio tendido sobre la cama, pudo sentir una voz débil que rezaba, y una llanto entre cortado que llegaba desde la distancia y le golpeaba fríamente en su corazón, así como había sucedido noche y día desde que el dormía imperturbable.
Pasaron varios minutos antes de que comprendiera que debajo del cabello, una niña desconsolaba oraba para que el fuera salvado, y con su voz angelical clamaba a los cielos que tomaran su vida y no la de su salvador; dejando marcada su silueta en las sabanas empapadas por lagrimas que no le ofrecían el consuelo suficiente.
Un movimiento inadvertido le revelo que el había reaccionado, y en un impulso inesperado se le abalanzo abrasándole del cuello y besándole, pidiendo perdón, con lagrimas en los ojos y una sonrisa en los labios; el herido sintió el profundo dolor que de ella emanaba y la preocupación que sobre el caía.
Con suavidad la separo de si y ella se encontró arrepentida de su ímpetu, se sintió avergonzada y el sentimiento de culpa hizo que se ruborizara, brindándole a su rostro una tonalidad desconcertantemente bella y sensual.
Con esfuerzo él limpio las lagrimas que ella derramaba, no pudiendo menos que sonreír ya que comprendía por la situación por la que ella había pasado.
El cariño llego a aquella sala cuando dos cuerpos se entregaron a la devoción de los sentimientos; ella una niña agradecida, y el un joven afortunado; tras la desgracia del suceso, habían encontrado lo que aquella tarde de verano estaban buscando: el amor


Kevin Heves Maranetto Vranich


09/01/2005

Principio y fin de un escritor

No lo pensé, simplemente elevé mi mirada por encima de lo habitual, y al igual que un niño que descubre que puede caminar yo descubrí el calor imperceptible que emanaba la luna.

No pude evitar realizar un signo de exclamación, su brillo, su color blanquecino, su esbeltez: era perfecta…

La miré con tristeza y melancolía; con emoción pero sin sentimientos; solo la miré. Ella allí, inmutable me observaba desde su lugar, inmóvil, como si se tratase de una partida de ajedrez y yo tuviera que hacer el primer movimiento.

La observé extasiado durante unos minutos, me di cuenta que me estaba llamando, era un suave zumbido en mi oído pero yo sabía que me llamaba. No pude resistirlo; jamás debí haber hecho lo que hice pero ya era demasiado tarde para retractarse, oprimí una serie de botones en forma mecánica hasta que los altavoces de control me pidieron una razón para el despegue. No hice caso y despegué…

Unas dos horas después la gravedad de la luna me había atrapado con su lazo invisible que se extiende hasta el infinito y aún más allá. No necesité aterrizar, ella me había ordenado acercarme lo suficiente; luego debía partir en dirección al sol… allí me dirigí…

Tomaría unos cuantos días llegar al sol a la velocidad normal, ella, la dueña de mi voluntad no me había exigido prisa así que deje que la nave se manejara por si misma.

 Mientras la luz del sol golpeaba cada vez más fuerte en mis ojos, yo realizaba esfuerzos aún mayores para ver a la luna que tras de mi se alejaba como en una horrible pesadilla en la que uno no puede alcanzar la puerta por la que piensa escapar del horrible monstruo que lo persigue…

De pronto fui liberado, esa música celestial que se entonaba en mi mente desapareció, solo hubo paz. Me tomó tiempo levantarme del piso y notar que mi cabeza sangraba, estaba confundido; ¿Qué había sucedido?, quizás había sido un sueño o una pesadilla, sin embargo el lugar en el que aparentemente estaba encerrado era plástico y metálico, parecía la estructura interna de una nave.

Traté de abrir la puerta y comprobé que efectivamente estaba allí contra mi voluntad, atrapado y sin la menor idea de que estaba sucediendo…

Al otro lado de la escotilla se oían voces, tenues en ocasiones y sonoras en otras, parecía un par de personas discutiendo; pero ¿Qué pasaba aquí?

No podía entender, primero ese sueño, de pronto aparezco atrapado en un cuarto en un lugar desconocido; oigo gritos, las paredes se mueven; escucho explosiones y unas criaturas de color verde brillante me miran a través de orificios que yo no había notado; me aterro, trato de retroceder y me golpeo contra una pared, me desmayo…

En un principio no me animo a abrir lo ojos, temo que al hacerlo me vea en un cuarto con criaturas verdes a mi alrededor; junto coraje y tanteo con la mano, no hay nada. Abro lentamente los ojos y solo veo oscuridad; ni un leve rayo de luz. Primero me alegro ya que hubiera muerto al ver esos extraños seres, luego me doy cuenta que ellos pueden estar ahí en la oscuridad sin que los vea, me parece ver ojos, uno, dos, luego son varios, muchos, decenas, miles; estoy rodeados por ojos de color rojizo que me miran, me miran hasta el alma, me están matando lentamente con sus miradas… las fuerzas se me van, caigo al suelo deseando desmayarme, perder la conciencia pero eso no sucede; millones de ojos punzantes como dagas se aferran a mis pensamientos; pequeños tentáculos fríos me rodean el cuerpo, trato de moverme pero me es imposible, sierro los ojos, me da mucho miedo, me orino en los pantalones cuando el pánico corre por mi cuerpo; puedo sentir la adrenalina desplazándose por mis venas y alertando mis sentidos; escucho voces…


-Pobre hombre…

-Mi esposa leía sus libros…

-Dicen que con tantas historias se volvió loco…

-Yo escuché que vio cuando su padre se suicidó…
-Si, y también la madre, trato de asfixiarlo con una frazada, cuando dejó de moverse se pegó un tiro en la frente…

-Dicen que el había creído que era un juego…

-Hasta que se quitó la frazada y vio lo que había pasado…

-Luego se fue a vivir con sus abuelos…

-¿Chocaron unos meses después?

-Si, solo él se salvó; luego fue al orfanato y le sucedió de todo…

-Pero fue un escritor único…

-Y lo hubiera seguido siendo si no hubiera dejado que sus fantasías se mezclaran con su realidad...

-¿Estabas allí cuando lo atraparon?

-Si, fue horrible, el parecía un cadáver, le gritaba cosas a una grúa, cuando esta se movió grito cosas como “criatura del espacio” y se golpeó contra un auto que pasaba por la avenida…

-¿Es verdad que se le veía…?

-Sí, en el impacto se partió el cráneo, podía verse su cerebro… Pero sus amigos dicen que el ya estabas loco de antes; lo lamento por mi esposa…


De pronto las voces desaparecen, reina el silencio, miro y la oscuridad me ciega, veo siluetas que se alejan, de pronto un resplandor y luces de colores, más voces que se acercan y se alejan; una niña está llorando, grita y llora, la madre debe estar con ella, hablan pero no entiendo lo que dicen…

Los tentáculos se abalanzan y tantean todo mi cuerpo, los resplandores continúan yendo y viniendo, las voces se hacen intermitentes… de pronto veo puertas, entro por ellas, una detrás de la otra, camino y camino sin llagar a ningún sitio. Miro en todas direcciones y veo que estoy en la playa, el agua toca mis pies descalzos, miro a lo lejos como se esconde el sol en el horizonte, una gaviota cruza por el cielo celeste, no hay gente ni plantas, de pronto no hay arena ni agua, la oscuridad reina nuevamente; veo a mi lado muchas siluetas; tras una ventana una niña y su madre lloran desconsoladamente; a mi lado veo máquinas conectadas a mi cuerpo que zumban reiteradamente; ¿Quiénes son esas personas que lloran? Me parecen conocidas pero no las veo con claridad; de pronto todo es brumoso; una de las máquinas emite un largo silbido que es callado por los gritos de las personas que me rodean que corren en todas direcciones; de pronto siento frío, un frío que me hiela hasta los huesos, delante de mi en medio de la oscuridad veo un camino y oigo una voz que me llama, detrás de mi el llanto de esa niña me pide que vuelva, que lo haga por ella, por ella y su madre, que no las puedo abandonar…

De pronto silencio… al abrir los ojos me doy cuenta que no me puedo mover, la claridad es segadora pero unos minutos después mis ojos se adaptan al brillo; estoy en un cuarto, luego de un rato me levanto pero no puedo mover mis manos, como si las tuviera atadas, o como si ya no las tuviera, las paredes están cubiertas de un material que desconozco, es blando y suave; veo la puerta y trato de abrirla, al no contar con mis manos me es imposible, pero tampoco tiene un picaporte para abrirla… miro a través de la ventana, un largo corredor, allí no hay nadie, nadie que me llame ni nadie que llore, grito pero no oigo mi voz, trato de pensar pero me es imposible, dentro de esa habitación hay mucho silencio, demasiado…

Luego de unos días pierdo la noción del tiempo, durante las noches sueño con seres espeluznantes que se acercan para comerme, por las mañana aún los veo, en algún momento, de alguna manera, alguien sin que yo lo vea ni lo oiga se acerca a mi y me alimenta, pregunto quien es pero nadie responde.

Luego de un tiempo ya no me puedo levantar, he adelgazado horriblemente y las criaturas me visitan cada un par de horas, trepan por mi cama y se sientan sobre mi pecho, yo, allí inmóvil y vulnerable, los miro mientras ellos lentamente me comen; un día una pierna, al otro día parte de mi cara, partes de un brazo; no hacen caso a mis grito, ellos continúan allí, me comen vivo…

Abro finalmente los ojos; a través de una ventana de un auto veo a mi hija llorando junto a mi esposa, los doctores me miran asombrados y veo el temor en sus rostros; estoy tirado boca arriba en una calle de pavimento, siento un poderoso dolor de cabeza y voces que me piden que me quede quieto…luego el silencio reina nuevamente…

El llanto de la niña, la voz que me pide que siga mi camino, el silbido de una máquina, el silencio, una puerta… del otro lado tiene que estar la salida, la respuesta; pero para averiguarlo tendré que cruzarla… la niña llora y la voz insiste en que siga adelante; yo no quiero volver, siento nauseas; de pronto caigo y el vacío se engulle mi cuerpo, mi mente, conciencia y espíritu; de pronto dejo de sentir, finalmente escucho el eco de un llanto y una voz que me llama, y luego…silencio…


18/06/2004


Kevin Heves Maranetto Vranich

Mi otro yo

Sentado en la soledad de ese pasillo vi mecerse junto a mí la sombra de la desgracia.


Llegaron hasta mi los ecos de una conversación distante: no hablaban de mi, hablaban de mi otro yo...


“El joven la amaba con pasión, le había entregado su vida y su corazón; ella era una mujer débil, frágil; cedió...
El joven sufría ahora su amarga angustia llorando en silencio sus penas con lagrimas de tinta en una hoja sin color.”


Las voces surcaban los espacios y le relataban su propia historia...


“La oscuridad de la noche acogía el viento que mecía suavemente los árboles intranquilos; mientras en su pecho se dormía el dolor mas inaudito, su corazón moría...
Regresaba de la calle al pasillo su mente débil, estaba solo y nadie lo veía morir; era triste e inaudito; pero el estaba allí y nadie lo veía partir.
El reflejo de las luces traía sombras de recuerdos, el suspiro marcaba su desgracia mientras el rostro mostraba sus misterios, todo humano era propenso a la muerte, y el joven enamorado moría...”


¿Qué era ahora para él el paso de los tiempos si quien amaba ya no le quería? ¿Qué pena era su pena que no podía ser calmada?
Su sed era el deseo de amor, y no podía ser saciado; moriría entonces de sed.


“Sus ojos estaban apagados como las voces que lo herían, cuanta crueldad en palabras tan vacías, ellos no sabían que había sucedido; jamás lo comprenderían: ¿Por qué debían hablar entonces?”


Aún así su sonido silbante acarreaba desgracia hasta sus oídos, Aunque deseara no escuchar no podía evitarlo.


“Tanto la había amado, A tantas cosas había renunciado y ella jamás noto lo que se le entregaba a cambio de un poco de amor
Así había respondido a sus sentimientos, ahogando penas en otros brazos, brazos que no eran los míos, brazos que no la habían amado.
Solo el tiempo le enseñaría que se había equivocado, pero no podía esperar; para entonces ya me habría muerto...
Culminaba ya mi consuelo; llego como siempre, y como siempre se sentó a mi lado; Pero todo era diferente y lo vi en su rostro cuando sus bellos ojos me miraron.
Sus manos suaves deslizaron hasta mi un papel pequeño; se levanto y se marcho sin darme tiempo”


¿TIEMPO? ¿Para que?


Los susurros corrieron veloces y el pasillo se pobló de mirones; ¿Qué buscaban? ¿Reírse de quien sufre?


“Desdoble el papel, mudo, en silencio; con cuidado...”


(Todo termino)


“Vi el papel, estaba en blando, así como mi mente, mi alma y mi corazón...
Nada había existido, ni me amaba ni la había amado; nunca le dije nada, nunca me beso; jamás nos miramos y nadie nos nombró, el tiempo siguió su marcha; nada paso...”


Pero estaba yo en el pasillo; escuchando ecos y susurros que herían el silencio; aunque no hablaban de mi, hablaban de mi potro yo...


Kevin Heves Maranetto Vranich


                                                                               04/10/2005      

La noche bajo las estrellas

La noche nos atormentaba con su frío inquebrantable, allí ella y yo deambulábamos en la inercia de la vida…



La noche que trajo consigo un manto de terciopelo negro sobre el cual algún duende travieso derramo un millar de diamante atrajo con gracia mi atención; y ni el viento ni el frío lograron evitar que mi terquesa me llevara a la playa en cuya orilla me tendí a observar el hermoso cielo que se me brindaba...

El tiempo corrió lento y sin prisa, mis ojos deambularon sin posarse en un objetivo ya que veían sin ver la grandiosa belleza que el espacio infinito me ofrecía…

El regalo de mi espera fue dado cuando una estrella fugas dividió el cielo he ilumino mi rostro con la sonrisa del alma; mi deseo fue revelado a los dioses de la piedad quienes me dieron tan dichosa gracia..

La cuenta regresiva había comenzado; el tiempo era ahora mi principal enemigo y nada podía hacer para detenerle; cuando el mismo hubo llegado a su fin, sentí en mi interior la decepción que surge de la bondad desmedida y la confianza mal brindada; creí una ves más, que había sido engañado…

Más la espera no fue en vano, otorgué al tiempo una segunda oportunidad y el gratifico mi paciencia cumpliendo mi deseo…



Bajo una manta cuyo sentido no he preciado, se hallaban dos almas contemplando las bastas extensiones de nuestro universo; a sus pies las olas del río embravecido por el soplo del viento hacia sentir el poder de sus aguas rompiendo en olas contra la costa…

La brisa gélida recorría nuestro cuerpo helando la gélida sonrisa de satisfacción que se adentraba en el alma inconmovible…

La arena infinita he incontable les brindaba el mullido apoyo que el destino otorgaba a los pocos agraciados…

Nuevamente las estrellas eran el mayor de los deleites para quienes vieron en ella las formas que debían ser vistas y comprendieron que una vos distante les susurraba el silencio…



Descubrieron que no son necesarios los ojos para ver las cosas, que no son imprescindibles los oídos para quienes saben escuchar; y que carecen igualmente de importancia los demás sentidos para quienes saben comprender, que en una única palabra, que en una única mirada, que en una única acción se resuelve el secreto mejor guardado de la naturaleza humana…



Esa noche, sin pensar en el frío, más allá de las estrellas, de la arena, de las olas y del espacio infinito unos de los jóvenes comprendió estos secretos que rebelaba la naturaleza y sabiamente silencio entonces su respuesta para que solo quien supiese escuchar comprendiera … Nadie comprendió…



Las horas veloces acecinaron el brillo infinito de la noche, el día fue cruel y se desvaneció en las miradas sin sentido y frustración; todo llegaba a su fin y terminaba bruscamente…



No hubo despedida y todo fue absorbido por el silencio; que había sucedido fue un secreto misterioso; ambos descubrieron la respuesta; solo uno de ellos estaba equivocado…

Kevin Heves Maranetto Vranich

09/07/2005

Esa noche en la playa…

Miraba la luna en una noche estrellada, triste, solitaria, alejada…

Se me ocurrió mirar la luna mientras las olas llegaban…sentarse en la costa…

La arena que fría se sometía bajo mis pies descalzos… la noche era perfecta, deseable, apetecible, imperceptible… calida…

La brisa murmuraba canciones adornando las  estaciones con su canto nocturno... pronto debería terminar… pero aún no era el momento…

Mi corazón fuertemente latiendo… guiaba mis pasos sin camino. Franqueando la suerte y el destino (juguetes en mi mano cansada) lo que debía pasar… pasaba…

La luna solitaria me miraba… no entendía, no lo disfrutaba…

Los vientos mecían árboles cautelosos, era precioso, sus susurros armonizaban…

Y la arena que pisaba, como el sonido de diamantes... me mostraba que el instante  pronto se acercaba... todo coincidía, todo vivía, todo nacía… todo reía… y yo allí estaba…

Sentí los pasos y supe que venía... que me alcanzaba… que el momento llegaba…

Los pasos se acercaban y no necesitaba mirar… y aunque la noche la cubría, yo la observaba…

Sentí el abrigo con que sus manos cautelosas me cubrían… y guardé silencio…

Ella caminaba…

Mientras poco a poco se alejaba mire el cielo estrellado que me aconsejaba, pero su consejo no evitaba que enloqueciera... porque la deseaba…

Sin embargo callaba, porque el silencio por sobre todas las cosas me atrapaba…

Estrellas fugaces fue lo que marco la diferencia… mi deseo, mi existencia…

Y allí estaba…

La noche perfecta en la que todo comenzaba… o que todo terminaba…

¿Triste ironía…? Pero así es la vida…

Su voz me saco del trance y de la decisión que yo tomaba…

Voces del silencio… voces que me alcanzaban…

Pude ver frío en su cara… mas yo no la veía… la sentía… la apreciaba…

La misma manta cubrió dos cuerpos vacíos... sin alma… porque las almas flotaban en el aire y en la brisa que nos tocaba…

La calidez del viento templado nos helaba…pero nos acariciaba la brisa fría y la brisa fría nos deleitaba…

Juntos bajo un cielo que se estrellaba… solo para nosotros… para quien mirara… para quien viera lo que se escondía en el silencio de esa noche…

Todo pasaba…

El tiempo no se detenía... Culminaba…

El frío de ella se apoderaba…Yo me resistía… y también callaba….

Abandone la manta que me cubría… ahora sus hombros tapaba…

Recogí mi vida de sobre la arena… porque mi vida allí estaba…

Nuevamente sobre mi su calor arrojaba… y la misma manta nos cubría, la misma manta nos ataba... nos unía… nos llenaba…

Un murmullo, una risa, una sonrisa… una caminata… escasos pasos que nos distanciaba… juntos bajo las estrellas que celosas nos miraban…

Sin embargo el destino hizo lo que el quiso… porque no paso nada…

¡Que triste…! La vida me abandonaba…

Las oportunidades llegaron y se marcharon con la misma velocidad con la que un poco antes estaban…

Los minutos pasaron… las horas se fueron… la noche arreciaba…

Llegaba la tristeza de la mañana, el último día donde todo… culminaba…

Se marcho primero su alma y la mía allí continuaba… se lamento en silencio mientras el tiempo pasaba…


Luego, todo fue un misterio… porque el… perdió la esperanza…



Kevin Heves Maranetto Vranich


 24/07/2005

El joven enamorado

La tome de la mano y caminamos juntos, en silencio. La noche era clara y despejada, tras la cortina negra del espacio se veían infinitas estrellas brillantes como diamantes sobre el terciopelo negro. La luna redonda y blanca nos veía pasar por ese camino abandonado en que años atrás nos habíamos conocido.


Los sonidos de la noche y los perfumes de las flores que habían llegado junto con la primavera endulzaban el aire e invitaban a los corazones a ser felices, allí ella y yo paseábamos inmunes a la mágica influencia de esta estación que se adorna con mariposas y colores…


Ni sentía ni miraban sus ojos vacíos, ellos solo buscaban consuelo en el camino que dejábamos atrás. El viento jugueteaba con su pelo mientras la calidez acariciaba su cuerpo, pero ella no lo notaba…


Los árboles se mecían suavemente y algún pajarillo nos extasiaba con su cantar, la noche nos invitaba con los brazos abiertos a ser felices pero ambos habíamos negado la invitación.


Lentamente nos desplazamos tomados de la mano por ese camino sabiendo a donde nos dirigíamos y que sucedería cuando llegáramos allí, nuestros corazones nos pedían prisa, que todo sucediera de una vez, pero nuestro paso seguía lento y conservador…


Cuando las ultimas casas quedaron atrás y las penumbras tiñeron de sus tonos grises nuestros rostros, nos dimos cuenta que habíamos llegado al final del camino.


Tomados de la mano nos detuvimos bajo aquel viejo árbol donde nos habíamos dado nuestro primer beso, donde nos habíamos jurado amarnos eternamente y donde nos habíamos reconciliado tantas veces; ese lugar donde acudíamos para estar solos o acompañados, ese lugar donde el destino nos traía cada noche, ese mágico lugar donde todo comenzó…


Ambos, inmóviles, sin atrevernos a hablarnos nos miramos a los ojos, al alma, a ese sentimiento que durante tanto tiempo habíamos compartido…


La mire con tristeza y con dulzura, con deseo y esperanza, con temor e incertidumbre; solo la mire y trate de entender porque me dolía tanto verla de esa manera, con esa mirada fría, perdida en donde yo ya no existía…


Una lágrima de plata rodó por mi mejilla; durante muchos años la había guardado sabiendo que este momento llegaría, y llegó…


Lentamente su mano se poso en mi rostro y se robo esa lágrima tan preciada, me miro con dulzura y me hirió con la mirada, yo sabia que sucedería y sabía que jamás estaría preparado, pero recién ahora sabía que seria en esta noche.


Con su vos queda y susurrante me dijo que lo sentía; me beso y se alejó por el camino que unos momentos antes habíamos cruzado tomados de la mano, yo también lo sentí, sentí como el dolor consumía mi cuerpo y sentí como moría por este dolor; sentí no volver a verla, a besarla; la vi alejarse. Caí arrodillado y llore, llore hasta que mis ojos se secaron, hasta que descubrí cuanto la amaba, cuanto la deseaba y cuanto había perdido, en ese momento descubrí: que jamás podría dejar de llorar…


 
21/06/2004


 Kevin Heves Maranetto Vranich

EL ALIENTO DE LA MUERTE

Sentí en mi nuca el aliento de la muerte y el terror invadió mis carnes, pude sentir claramente como la sangre desaparecía de mi cara mostrándolo blanco como la nieve. Tan suave brisa helada congelo mi cuello impidiendo cualquiera de sus movimientos, poco a poco me vi totalmente paralizado. Sentí una gota, una sola gota de frío sudor que resbalo por mi espalda hasta que perdí la sensación del tacto, del tacto humano, porque podía sentir su mano que acariciaba mi mejilla con fatales intenciones.


Hasta mis oídos solo llegaba un sonido, su voz; el cinismo de su voz me acuchillaba en vida como miles de dagas punzantes en mi; era simple: me estaba torturando.


Coloco su mano ante mis ojos y sentí alivio; durante unos segundos todo estuvo oscuro y pensé que finalmente había muerto, que equivocado estuve. Pronto, bajo su mano incandescente se desato un infierno; miles y millones de imágenes bombardearon mi retina fundiéndola en un liquido viscoso que se derramo, llegando lentamente hasta mis labios, fue une sensación tan cruda, los apreté con cuanta fuerza de voluntad hubo en mi, pero ella pudo mas; el dichoso jarabe entró hasta introducirse por mi garganta y llegar a mi estomago; la acidez provocada por dicho almíbar, su sabor amargo me perturbo, era el sabor de la muerte, dicha sustancia despedía un fétido hedor capas de olerse a kilómetros.


Me di cuenta que había perdido el correcto uso de mis sensaciones convirtiéndome en un cuerpo y solo eso; en mi cuerpo se habían desatado las sensaciones incontroladamente, era perseguido por el miedo, el orgullo se debatía por el honor contra la bondad; era una confusión; sentí como mi cerebro se consumía lentamente ante tan tétricas sensaciones que me acorralaban cortándome todos los camino excepto aquel que el destino (maldito enemigo) había fijado para mi.


Durante un rato pensé que lloraba, imagine que mis lagrimas surgidas desde el miedo me liberarían de mis pecados; no fue así. Mis pecados llegaron hasta mi uno a uno en un cruel desfile desamparándome; pronto comencé a desconfiar de mi conciencia como desconfiaba de mis demás sentidos y sentimientos; cuando la soledad me alcanzo finalmente creí que seria el final; no fue así.


Como una llama pequeña que me iluminaba el camino y que al mismo tiempo me quemaba, como si se tratase de una impresionante avalancha de lava hirviendo, pero me brindó una esperanza, que mas; era la esperanza, la fe; el infierno que se desato dentro de mi. No se la razón, pensar que un dios todo poderoso podría sin lugar a dudas liberarme de mis pecados, cobijarme en su regazo y alimentarme con su espíritu me hizo ver algo que hasta entonces se mostraba oculto tras un velo impenetrable: la verdad. El, el no existía; de existir tamaña deidad no hubiera permitido en mi, uno de sus hijos, el sufrimiento que mantuve durante; días, meses; no puedo saberlo.


Me había aferrado totalmente a esta última esperanza; y mi turbada mente me había demostrado que era solo un espejismo postrado ante los hombres para no permitirles ver mas halla. Una vez mi mente dedujo tales palabras me vi petrificado, mi mente ya desecha, sin razonamiento, sin sentidos, mis sentimientos se hallaban víctima del depredador más poderoso: la duda.


No se como, creo que jamás lo sabré; pero, bajo el miedo, después de la muerte, tras un infierno: abrí los ojos. Cuanta tortura, cuanto dolor; la luz como fuego quemo mis retinas y vi, vi lo que se ocultaba tras ese velo que todos llevamos frente a los ojos; ojalá no le hubiera visto pero ya era muy tarde. Contra todas mis enseñanzas, consejos; contra mi voluntad y contra mi existencia me vi rodeado por ese resplandor refulgente de calor, pero no el calor humano.


Una mano se apoyó en mi hombro y las demás cosas ocurrieron en un instante; solo un instante: la sensación se perdió, la vi a ella tendida en el suelo sin el soplo de la vida, en mi mano el autor de todo ello; volteé tan rápido como me fue posible y antes de ver quien se apoyaba en mi hombro sentí una sacudida en mi mano y de ella salio un fulgor que corto la oscuridad del ambiente; la sangre broto de sus labios como de los míos broto la palabra “hermano”, perdí la sensibilidad de mi mano y solté al acecino que callo al suelo, era plateado y sólido como el sonido de su repicar mecánico; callo a mis pies incriminándome, como una mano que señalaba al culpable, el único culpable; solo fue un instante antes de sentir nuevamente el aliento de la muerte en mi nuca, esta vez no desperté pero tampoco conseguí descansar; había descubierto la verdad.





18/02/2004





Kevin Heves Maranetto Vranich

viernes, 3 de junio de 2011

Querido diario…

Querido diario… solo quería contarte que hoy vi una chica muy bonita en ese lugar al que voy siempre, se que solo “la vi” pero algo en ella me dejo hipnotizado…

Querido diario… Hoy volví a verla, realmente me deleita verla, tenía unas ganas de hablarle pero pese a lo que todos creen soy muy tímido y no me atreví…

Querido diario… Tengo grandes noticias, hoy se acercó a mí para hacerme una pregunta, siento que tarde media hora en responder pero…que bonita voz tiene…

Querido diario… Ya me parecía tonto que siempre me preguntara cosas tontas a mi, hoy me dijo que yo le agradaba, casi me muero… creo… creo que somos novios…

Querido diario… hoy nos vimos, no por accidente, quedamos en vernos, paseamos y… nos dimos un beso… creo que estoy soñando…

Querido diario… Esta cambiando mi forma de ver el mundo, siento que estoy creciendo a su lado, creo que es lo mejor que me ha pasado en la vida!!!

Querido diario… Comprobado, estoy completamente enamorado… y me parece que ella también lo está, no podemos estar sin vernos todos los días, nos escribimos, nos llamamos, y nos despedimos con un “te amo”

Querido diario… Ha pasado mucho tiempo sin escribir nada en ti, es que ella me tiene en las nubes, solo pienso en ella y olvido todo lo demás…

Querido diario… he comenzado a dejar de tomar y de fumar, yo sabía que me hacía daño pero… no quiero embriagarme y perder valiosos momentos a su lado… quiero estar siempre volando pero de amor a su lado…

Querido diario… deje el cigarro y el alcohol definitivamente, me di cuenta que estaba acortando mi vida, y no quiero perder un minuto de ella estando con mi amada… casi ni note llevo dos meses sin fumar…

Querido diario… casi un año que no escribo, solo quería decirte que la amo con locura, pienso en una vida con ella, una familia… me he estado esforzando en el trabajo, quiero conseguir uno mejor, poder ofrecerle un futuro, quiero hacerla mi mujer…

Querido diario… conseguí un mejor sueldo, lo estoy invirtiendo en una vivienda, ahí viviré con ella en unos años…

Querido diario… hoy tuvimos una pequeña discusión, fue por una tontería, espero que mañana todo este bien…

Querido diario… ja ja, lo de ayer fue tonto, ya lo hablamos, nos reímos por pelear por esa tontería…

Querido diario… hoy volvimos a pelear, espero que pase como la última vez…

Querido diario… desde que peleamos ayer no me habla… estoy preocupado, al extraño, y la amo…

Querido diario… Ya todo paso, fue una semana muy dura, no se porque tardo tanto en volver a hablarme, pero todo esta bien…

Querido diario… llevamos varios días discutiendo… si la amo y me ama, porque discutimos?

Querido diario… hoy me dijo que ya no siente por mi lo mismo que al principio, fue devastador, me contuve estando con ella, quedamos en darnos un espacio, unas semanas, me he pasado el día llorando… no quiero perderla…

Querido diario… las semanas pasaron, todo bien, vuelve a ser lo de  antes… dos enamorados… aunque la noto un poco distante…

Querido diario… hoy me confesó que le gusta alguien más, el es muy mayor y sabe que ella no le interesa a él. Yo no supe cómo reaccionar. Tengo miedo que esto se termine y no sé como decírselo… falta poco para nuestro aniversario, le hare un regalo especial para que se olvide de él y piense solo en mi…

Querido diario… A solo unas semanas de nuestro aniversario me dijo que no podía seguir conmigo, se enamoro de ese hombre y ella dice que no es justo que yo sufra por eso… ¿no entiende que prefiero sufrir a su lado que sin ella?

Querido diario… nos hemos visto algunas veces, pero es como que ya nada s igual, todas mis ilusiones están en un milagro, en el regalo que prepare para nuestro aniversario…

Querido diario… a una semana de nuestro aniversario decidió que no va a seguir con este juego, ya no quiere volver a verme…

Querido diario… hoy era ese día… le lleve su regalo… me miro como si fuera un bicho raro… lo tomo y se alejo sin un gracias… creo que lo debe haber tirado…

Querido diario… llevo un tiempo sin saber de ella, no responde mis llamadas, intente escribirle pero… no hay respuestas…

Querido diario… hhoyy ttomeee tudo el día tratando di no pinsar en alla…

Querido diario…  perdón, el otro día escribí cualquier cosa, llevaba mucho sin tomar y no me cayó bien… había olvidado lo reconfortante que es una buena bebida… un buen cigarro… ayudan a olvidar… al menos unos momentos…

Querido diario… he discutido con mi jefe varias veces, incluso amenazo con despedirme si no me comportaba… que me esta pasando?

Querido diario… hoy casi me atropellan de camino al trabajo, no debo tomar antes de ir…

Querido diario… ya casi ni la recuerdo… pero… naaa iba a decir que la extrañaba…

Querido diario… me despidieron, demasiadas llegadas tardes, pero a la pasada me compre dos botellitas que aliviaran el mal momento…

Querido diario… me fue mal el otro día, quise ir a buscar unos cigarros y me atropello un auto, no lo vi venir…

Querido diario… llevo días aburrido en el hospital reflexionando… pero no sé bien de que…

Querido diario… hoy tengo muchísimo para contarte!! Descubrí después de tantos días en cama que es lo que me pasaba… perdí mi voluntad de vivir… Ella me había dado una razón para vivir, todo desde que la conocí fue por y para ella, cuide mi salud, trabaje, viví para ella… me di cuenta ahora que tuve tanto pero tanto tiempo para pensarlo, llevo meses en el hospital y no tenía nada que hacer, así que pensé… me di cuenta que ella fue la razón de mi vida estos años, el perderla fue lo mismo que morir, no tengo nada, absolutamente nada por lo que luchar cuando salga de aquí… intente llamarla pero… no respondió, aquel hombre… quizás este con él y no quiera verme por eso… me hubiera gustado verla y decirle estas cosas, que supiera que mas allá de amarla, fue MI VIDA, fue la razón por la que viví cada segundo de estos últimos años, fue la persona que me hizo ser feliz y sentirme vivo… quisieras que ella supiera eso… que me sentí vivo junto a ella, y sin ella… no se para que seguir vivo… por DIOS aun la AMO…

Querido diario… olvidé que ya no puedo escribir mas en mi diario… me entere que aquel tipo si termino dándote su atención, por lo menos unos meses hasta que consiguió lo que quería de ti, como me dolió enterarme de eso… cuando te dejó y lloraste como una niña porque él te usó… fue el día que… extendí mi mano a tomar el diario y ya no pude alcanzarlo… al otro día llegaste al hospital… yo no estaba, claro… por un miserable día nos desencontramos, por un miserable día no pude decirte que te amo… pero te vi, te vi cuando mi madre a escondidas de todos te alcanzó mi diario, y te vi cuando después que se fueron todos te quedaste leyéndoloy llorando frente a mi cruz…

Kevin Heves Maranetto Vranich

03/06/2011