Marcos llegó a su
casa, cansado, después de un día largo de trabajo. Saludó a su mujer despertándola
con un beso, para que se fuera a trabajar. Y mientras ella se iba a levantar salió
al patio, juntó leña y prendió la chimenea para que la casa se calefaccionara.
Revisó los papeles de
la mesa, cuentas atrasadas, una advertencia del alquiler, las cuotas del auto,
un cheque sobregirado y una lista de compras para el supermercado.
Su mujer ya se había dado
un baño, le dió un beso rápido y fue corriendo a la parada del bus, a los 5
minutos regresaba entregada porque lo había perdido. Así que tocó ponerse una
campera, coger la llave del coche y llevarla hasta el trabajo, el tanque
marcaba casi vacío así que a la vuelta paso por la estación y hecho los últimos
pesos en gasolina, la lista de compras iba a esperar.
De nuevo en casa notó
varios platos en el fregadero, iba para dos días si no tres ahí, su mujer había
tenido días no tan buenos y se le habían pasado, así que pensó en echarle una
mano, él odiaba lavar platos, pero una vez no era para tanto.
No encontró el jabón,
la esponja era un hilito miserable, así que fue al almacén de Manolo que siempre
les fiaba, ya que estaba ahí compro un paquete de fideos y regresó
Pensó en lavar la
olla primero, la necesitaba para las pastas, cuando la cogió noto una manija
floja, así que salió con la olla medio sucia para el galpón donde estaban las
herramientas, así apretaba la manija antes que pasara un desastre
Abrió la puerta y
maldijo, hacía mucho tenía pendiente ordenar aquel galpón, pero nunca había
tiempo, busco en el cajón de los destornilladores y no lo encontró, dejo la
olla sobre un estante y empezó a revolver otros cajones, seguro su mujer lo encontró
por ahí la ultima es que lo uso y lo guardo en algún otro lugar, pero en los
cajones no estaba
Se rasco la cabeza,
puteo dos veces y maldijo tres. Acabo sacando los cajones y volcándolos en el
piso, se sentó en un taburete bajito que tenía y comenzó a guardar cada cosa en
su lugar, cuanto rato le llevo la tarea ni idea, pero los cajones quedaron
ordenados
Pinza en manos regresó
a la casa, pensando en arreglar el resto después, miro alrededor ¿Para que era
que había ido a buscar la pinza? Miró alrededor completamente despistado, como
no encontraba que era lo que debía arreglar, opto por irse al baño, tanto estar
incomodo le habían dado unos retorcijones terribles.
Cuando tiro la cadena
se zafó el piolín que hacia rato se zafaba, así que fue por la pinza para
apretar el enganche dentro del sifón. Le sacó la tapa y revisó el mecanismo, no
era tan complicado pero se mojó hasta el apellido intentando que la palanquita
que ya estaba toda torcida quedara en su sitio. Con mucho orgullo puso la tapa
y probó si funcionaba, anduvo perfecto.
Se saco la ropa
mojada y aprovecho para pegarse un baño, el chiste fue que cuando salió no había
toalla. Y con el frio que hacía tuvo que pasearse por la casa buscando una que
estaba seca. Agarró ropa del armario, se vistió entumecido a mas no poder.
Fue en busca de calor
en la chimenea, pero está casi se había apagado, no había dejado leña de
repuesto dentro, así que busco el camperon, lo encontró mojado en el baño,
puteo, de nuevo, y salió con lo puesto a buscar algo mas de leña, estaba lloviznando,
regreso medio mojado y medio congelado buscando a quien culpar, y ahí, como
castigo por los malos pensamientos tiro al pasar una botella de la mesa
haciendo un estropicio en el suelo
Dejo los palos donde
debía y fue a buscar un trapo, escoba y pala, estaba en la tarea de recogerlo
todo cuando llamaron a la puerta, hecho un ovillo de nervios dejo las cosas en
el rincón y salió a ver que pasaba
Que habían sido los
niños del barrio jugando, tocaron timbre y corrieron, les dijo varias cosas
poco agradable, miro alrededor, los perros había desparramado la basura iban a
atascar el desagüe si llovía, así que de nuevo adentro a buscar una bolsa para
juntar un poco quien sabe cuántas cosas que ni saba de donde habían salido, en
eso estaba que se vino la tormenta, dejo la bolsa junto a la puerta y se apuro
a desconectar los televisores no fuera que un rayo se los quisiera quemar… se
corto la luz, se sentó un segundo en el sillón, parpadeo, y cuando abrió los
ojos estaba allí su mujer, con una furia tremenda…
Que porque era tan
vago, que hacia una toalla mojada en el cuarto, que porque había una pinza en
la mesa de la living, porque no hizo la
comida, que no era su sirvienta para que le dejara los fideos junto a la cocina
recordándole que tiene que cocinar, ya sea de paso donde había dejado la olla,
porque había una montaña de ropa mojada en el baño y una botella rota en el
piso, que ni siquiera había prendido la estufa, y le había dejado la bolsa de
basura junto a la puerta, la hubiera tirado, que los perros la iban a desparramar, que no servía para nada, que llevaba
mucho sin ordenar el galpón y quien sabe cuánto más…
-“Aunque sea me
hubiera ayudado con los platos ¿y las compras? “-concluyó
El bajó la cabeza, le
dijo que la amaba y eso la hizo enojar más, agachó la cabeza, tenia sueño pero
si se iba a dormir iba a ser peor. Trato de encender la estufa, pero la leña
estaba mojada y no quería prender…
Kevin Heves Maranetto
Vranich
12/07/2019